(Conferencia pronunciada en el Ateneo Riojano de Logroño el día 17 noviembre de 2001)
JUSTIFICACIÓN: Rescato del olvido estas palabras porque, para mi agradecida sorpresa, fueron dignas de citarse en UN BUEN ARTÍCULO ACADÉMICO (otras, en cambio, QUE ESCRIBÍ CON MÁS PRETENSIONES, han pasado inadvertidas, seguro que con razón). Obviamente fueron consultadas antes de desaparecer de la red la página que las publicaba. De manera que, además de por agradar y tal vez enseñar algo, las cuelgo en mi blog por el bien de la ciencia. Altruista que es uno.
El hecho, no sabemos si fortuito, de que los seres humanos tengamos cinco dedos en cada mano nos hace particularmente sensibles ante el agrupamiento de eventos por decenas. Esto se nota particularmente en la conmemoración de aniversarios, y no digamos ya en la de centenarios (esto es, 10 x 10 años) de cualquier asunto que valga la pena de ser desempolvado (o no la valga) y convertido en tema de conversación, análisis u homenaje por un año. Pasado el cual, lo más probable es que no se vuelva a saber del tema… hasta que llegue un nuevo centenario que celebrar.
Este año le ha tocado el turno a Enrique Jardiel Poncela: con motivo de los cien de su nacimiento, ha gozado en la prensa periódica y en las carteleras teatrales de una presencia a la que no estábamos realmente acostumbrados quienes, aun no considerándolo un autor totalmente olvidado por crítica y público, seguimos echando de menos algo de él dentro de la actualidad escénica y literaria española. Y así nos ocupamos de luchar (creo que no sin éxito) contra el olvido de Jardiel: manifestamos nuestro entusiasmo por su obra y, con mucha frecuencia, nos quejamos de la poca atención que se le presta y de los prejuicios que circulan sobre su obra. Sigue leyendo →